Hay gente que la lluvia la saca a flote, a otras les lava la cara y a otros ni siquiera los moja.
Hay gente que no nota ninguna diferencia entre el agua que cae del cielo y la que cae de la ducha.
Hay gente que cree fehacientemente que no es normal que llueva tanto.
Hay gente que no cree en nada y gente que nada cuando cree.
Hay gente que se hace gotas detrás de la lluvia y hay gente que se hace lluvia pero ni una gota.
Hay quienes pellizcan a las nubes para que lloren, mientras otros prefieren acariciarlas, abrazarlas o darles un beso. Y la nube transpira, se orina o vuelve a llorar de emoción.
Hay otros que quieren ser lluvia y subiéndose a la nube mas cercana, practican su llanto durante horas (Ya sea el llanto de ellos mismos para cuando tengan que hacerle un reemplazo a la nube, o ya sea cuando deban ser una lágrima más de alguna nube importante).
Estos últimos, dando todo por su mas increíble deseo de ser lluvia, dejan sus alas en un árbol y se arrojan al vacío.
07 junio, 2007
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1 comentario:
Me acuerdo de ésa tarde en la plaza céntrica en que me leíste, te reíste, me reí, cantamos un poco y nos miramos a los ojos, porque teníamos las ventanas abiertas. Ése día conocí éste texto.
Te quiero amigo, irremediablemente.
Talita
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